02 Feb
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Cometer errores y tener dificultades con los deberes es algo natural, incluso saludable. Si te das cuenta de que tú o tus hijos no podéis hacerlo solos, pide ayuda al profesor. Puedes relacionarte con otros estudiantes o amigos que conocen la materia mejor que tú, creando una red de apoyo a tu alrededor.

Los deberes pueden convertirse en un trabajo pesado si no se sabe cómo abordarlos. Para ayudar a tus hijos o a ti mismo, si decides aprender algo nuevo por tu cuenta, tienes que enfocar el proceso de la manera correcta. Janine L. Nieroda-Madden, profesora asociada de la Universidad de Syracuse y profesora de inglés, describió seis métodos que aconseja a sus alumnos.

Establece tus prioridades

Este paso debe darse desde el comienzo del aprendizaje. Hay que mirar el programa de estudios y hacer una lista de prioridades. Esto determinará tu motivación y te ayudará a afrontar incluso las tareas más difíciles cuando se trata de los deberes. Los objetivos estarán siempre a la vista y tu y tus hijos experimentarán una sensación de logro cada vez que los alcancen.

Es útil priorizar no sólo globalmente, para todo el periodo de aprendizaje, sino también antes de cada tarea. Es importante entender exactamente lo que quiere obtener del proceso.

Resolver primero las tareas difíciles

Siempre que empieces a hacer los deberes, acaba con las tareas difíciles al principio. Al principio, el alumno aún no está cansado y puede concentrarse y utilizar su energía al máximo. Y las tareas fáciles lo son porque no requieren mucha energía, así que hazlas al final.

Dividir las tareas grandes en varias más pequeñas

Si una tarea es tan grande que no sabes cómo manejarla, divídela en varias tareas más pequeñas. Esto hará que sea más fácil empezar y la sensación de logro en cada paso aumentará el deseo de seguir aprendiendo. Si es posible, puedes hacer todos estos pasos en tres o cuatro días, en lugar de en una noche.

Crea algo nuevo mientras aprendes

Cualquier conocimiento teórico se quedará mejor en tu cabeza si lo aplicas en la práctica. Por ejemplo, si estás aprendiendo inglés o tus hijos están haciendo un curso de inglés online para niños, puedes escribir pequeñas notas después de repasar un tema, aplicando las reglas que has aprendido. Y si estás ayudando a un niño a aprender, puedes crear algo junto a él. Esto se denomina prueba de aprendizaje.

Pedir ayuda

Cometer errores y tener dificultades con los deberes es algo natural, incluso saludable. Si te das cuenta de que tú o tus hijos no podéis hacerlo solos, pide ayuda al profesor. Puedes relacionarte con otros estudiantes o amigos que conocen la materia mejor que tú, creando una red de apoyo a tu alrededor.

Sintetizar los resultados

Antes de empezar el entrenamiento, has hecho una lista de objetivos y los has priorizado (véase el punto 1). Al final, vuelva a consultar esta lista y analízala: qué te causó dificultades y lo que, por el contrario, fue inesperadamente fácil. Tal vez aprendas mucho y te replantees el proceso de aprendizaje.

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